Las salas blancas o salas limpias son habitaciones usadas en áreas tecnológicas o científicas que sirven para contener posibles contaminaciones cruzadas, presencia de productos abrasivos o para certificar la garantía de esterilidad de un producto.
La clasificación de las salas blancas depende de cuáles sean los términos de definición. De acuerdo con la normativa ISO, que es una de las más comunes y, además, legalmente preceptiva, se establece una clasificación de las salas de acuerdo con el nivel de exigencia en cuanto al tamaño y número de partículas máximas presentes en la habitación. De esta forma, y siempre de acuerdo con el primer apartado (ISO 14644-1) de esta norma, se establecen 9 categorías, desde la Clase ISO 1 a la Clase ISO 9, siendo la primera más restrictiva. Como orientación, la Clase ISO 1 permite hasta dos partículas de 0,2 micrómetros o menos por metro cúbico de aire; la Clase ISO 5 permite 29 partículas de 5 micrómetros o menos en el mismo volumen y la Clase ISO 9 hasta 293 000 partículas en esta cantidad de aire.
La clasificación por la normativa ISO no es la única existente. En la industria farmacéutica, es obligatorio, además, cumplir las directrices de las Normas de Correcta Fabricación, que clasifican las salas desde la clase A más restrictiva (equivalente a una Clase ISO 4) hasta la D (equivalente a una Clase ISO 8).