Sala Blanca para Laboratorio Químico
Las Salas Limpias en la industria química
La industria química, que se ocupa del procesamiento de las materias primas, naturales o sintéticas, para su transformación en otras diferentes con el objetivo de satisfacer las necesidades humanas, ha superado en 2017 los 60.000 millones de euros, en cifras de negocios. El crecimiento de la demanda internacional y la caída en el precio del petróleo son solo algunas de las razones que han favorecido esta positiva evolución, hasta el punto de que este sector es el segundo mayor exportador en la economía española.

Función y características de las Salas Blancas en el sector químico
El concepto de la sala blanca está ligado directamente a la industria del sector químico y surge de la necesidad de disponer de una estancia en la que se pueda llevar a cabo el procesado de productos, se garantice la calidad y se eviten las contaminaciones cruzadas entre productos: microbianas, por manipulación de los operarios y cualquier otra externa.
En una sala blanca, la concentración de partículas está controlada y tanto su diseño como su utilización están orientados a minimizar la introducción, retención e incluso generación de partículas en su interior. Otros factores, como la humedad, temperatura o presión diferencial entre la sala y el exterior u otras adyacentes, también son regulados con absoluta precisión.
Los elementos imprescindibles de la Sala Blanca
- Los materiales deben ser de naturaleza inerte para su diseño y el del sistema de climatización, no degradables con el tiempo o uso y de fácil mantenimiento y limpieza.
- La capacidad de la sala para asegurar la protección del producto frente a la contaminación o las alteraciones por características ambientales debe regularse.
- Debe contar con protección general para toda la planta en los casos de contaminación cruzada peligrosa entre productos.
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