La normativa UNE 100713 recoge todos los requisitos necesarios para un correcto uso de las instalaciones de acondicionamiento en zonas de alto riesgo sanitario, como pueden ser: los hospitales, las clínicas, los quirófanos, las zonas de esterilización o las unidades de cuidados intensivos, con el objetivo de proteger la salud de los pacientes y el personal sanitario.
Cada una de estas zonas, por los riesgos que implica, tiene su propio tratamiento específico y unas exigencias sanitarias para asegurar la calidad del aire y el correcto uso de las instalaciones.
La última revisión de esta norma se realizó en 2015 y establece los factores que deben revisarse con frecuencia para cumplir con una exigente ventilación que cubra las necesidades de carácter higiénico y, al mismo tiempo, mantenga unas condiciones favorables de temperatura, humedad y presión del ambiente.
La prioridad en este ámbito sanitario es, en la medida de lo posible, evitar la contaminación exterior y la prevención de infecciones, reduciendo la existencia de agentes contaminantes. Por eso, la norma marca con detalle cómo debe ser el diseño de las instalaciones con sus entradas y salidas del aire, y hace hincapié en la facilidad de acceso a los puntos de limpieza, mantenimiento, desinfección y cambios de filtros para favorecer la correcta circulación del mismo.
En este ámbito, se revisan a nivel interior las instalaciones de alto riesgo, dividiendo por sectores que marcan las exigencias higiénicas y fisiológicas por cada zona según el riesgo. Dentro de un hospital existen diferentes niveles de riesgo en función de la zona donde se encuentre, es por eso que algunas unidades especiales y salas como los quirófanos tienen sus propios protocolos de limpieza y desinfección, además de las pertinentes revisiones de la calidad de las instalaciones en lo referente a la ventilación.
Es necesario analizar el nivel de higiene para la correcta utilización de las salas y de esta manera proteger la seguridad y la salud de los pacientes, especialmente lo que se encuentran en situaciones de alto riesgo. El buen uso y comportamiento de las instalaciones por parte de los trabajadores del sector sanitario es imprescindible para asegurar las condiciones de calidad e higiene.
Cada zona de trabajo tiene también su propio protocolo de mantenimiento, limpieza y desinfección, que obliga a cumplir con unas exigencias técnicas muy marcadas para evitar la transmisión de enfermedades y la contaminación de gérmenes y otros agentes que pueden suponer un riesgo grave. En estos sectores es importante la revisión de los conductos de aire, las compuertas de cierre y cortafuegos, y las zonas de extracción de humos.
Todas estas características necesarias para la inspección se recogen en los anexos de la norma, donde se especifican los protocolos a seguir, así como los factores a revisar para que, una vez instalados los servicios, se puedan realizar las pruebas pertinentes en cuanto a la recepción, la higiene y los sistemas de ventilación en los locales específicos, así como el control de la temperatura y la presión para su correcto funcionamiento.
https://www.insst.es/documents/94886/328681/859w.pdf/274f1a5d-9bbe-429d-a6c4-097dc30e2c2d