Esterilización de cabinas de flujo laminar

Hoy en día, cuando hablamos de salas blancas o cabinas de flujo laminar, hablamos de espacios de trabajo en los que se requieren unos niveles exigentes de limpieza y desinfección. Cobra especial importancia la esterilización de estos espacios, en los que se desarrollan actividades con gran responsabilidad por riesgos sanitarios. Muchos de los condicionantes vienen ya dados por recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, así como por otras normativas de salud, seguridad alimentaria, farmacéutica, etc., existiendo por tanto un método de limpieza y desinfección concreto para cada tipo de actividad.

Una correcta limpieza de un área debe contar con un proceso de limpieza, desinfección y una posterior esterilización manteniendo los niveles controlados de carga microbiana. La esterilización es un método de destrucción que produce la muerte celular de todo tipo de microorganismos que puedan existir en una superficie. Dicho proceso únicamente puede realizarse en objetos y espacios, nunca a seres vivos. A diferencia de la limpieza o desinfección, la esterilización permite controlar el nivel de letalidad mediante controles químicos o biológicos, acabando así con microorganismos como los virus, bacterias y hongos

La esterilización se puede conseguir mediante el uso de medios físicos y químicos. En este caso, vamos a ver cómo mediante flujos físicos, existiendo tres métodos: calor (seco o húmedo), flujo laminar o radiación. La esterilización por flujo laminar puede ser utilizada en cabinas de flujo laminar y en salas de flujo laminar. En concreto, la esterilización por flujo laminar es la eliminación de gérmenes por filtración del aire, este método es de uso limitado, puede darse en quirófanos donde el nivel de asepsia medioambiental debe mantenerse alto, en servicios de farmacia; para la preparación de productos estériles, y en aislamientos de pacientes inmunodeprimidos.

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En estos casos, una correcta esterilización es de vital importancia, de nada sirve si no se sigue un correcto protocolo de limpieza por lo que se debe de realizar por parte de especialistas.

El flujo laminar en estas cabinas facilitan la dirección del aire a través del uso de filtros especiales, HEPA (High Efficiency Particulate Air, que son filtros de alta eficiencia capaces de retener partícuclas  ≥ 0,3 μm con una eficiencia mínima del 99,97%) o ULTRA, facilitando así el filtrado de aire en la zona de trabajo y obteniendo unas condiciones estériles exactamente donde se necesitan. Existen dos tipos de sistemas:

  • Vertical, del techo al suelo.
  • Horizontal, de un lado de la sala al lado opuesto horizontalmente.

El objeto de estas cabinas es crear “barreras de aire” permitiendo que éste fluya a una velocidad constante y en una única dirección, lo que se conoce como “flujo de aire laminar”.  Proporcionando un aire limpio y constante a una velocidad de paso de 0,3 a 0,5 metros por segundo evitando  así la suspensión de partículas en el aire.

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