¿Cómo se construye una sala estéril?

Una sala estéril, también conocida como sala blanca o cuarto limpio, se define como una zona especialmente diseñada para obtener bajos niveles de contaminación a través del control de ciertos parámetros. Planificar correctamente el diseño y la construcción de estos espacios en función del uso posterior de cada sala es vital para minimizar la introducción, generación y retención de partículas dentro de la misma.

Este tipo de instalaciones pueden estar compuestas por una o varias salas, cuyos niveles de presión diferencial, limpieza del aire, temperatura y otros parámetros ambientales deben mantenerse dentro de unos límites concretos en función de cada sala. Para conseguir un entorno estéril, el espacio se debe distribuir estratégicamente, de tal modo que el número de partículas que pueda acceder a la sala, o generarse en su interior, sea lo más bajo posible.

Características principales de una sala estéril:

Para construir una sala estéril, lo primero que se debe tener en cuenta es la industria concreta a la que se va a destinar y los posibles contaminantes a combatir. Los sectores que suelen hacer uso de este tipo de salas son:

  • Industria alimentaria (productos cárnicos, precocinados, bebidas, etc.)
  • Sector bio-farmacéutico (veterinario, cosmético, biotecnológico, etc.)
  • Sector sanitario (hospitales, quirófanos, instrumental médico, etc.)
  • Alta tecnología (aeroespacial, automoción, nanotecnología, etc.)
  • I+D+i (espacios de confinamiento, laboratorios y universidades, etc.)

Cada actividad requiere una serie de necesidades específicas. Teniendo en cuenta que una sola partícula puede ser la responsable de pérdidas en la producción o de resultados erróneos en las investigaciones científicas, es importante que el control de la construcción de sala estéril sea tan riguroso como requiera cada proyecto.

Existen diferentes estándares para clasificar estos espacios, el más común es ISO 14644, que recoge los requisitos que debe cumplir cada instalación estéril. Este sistema evalúa diferentes aspectos a través de 11 apartados, con el objetivo de determinar si la sala cumple de forma eficiente con la función para la que ha sido diseñada.

Las fuentes de contaminación pueden ser emisoras de partículas que incluyan bacterias peligrosas o nocivas para el ambiente al que se va a dirigir. Por eso es fundamental que antes de planificar el diseño y construcción de una sala estéril, se analice el entorno para conocer la exposición de partículas en cada ambiente.

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Fases para la construcción eficiente de una sala estéril:

La planificación de un entorno estéril comienza en el proceso de decisión, ya que este tipo de salas requieren una inversión considerable. Por eso se recomienda valorar todo el espacio necesario, pero que sea el mínimo posible. De esta forma conseguiremos evitar inversiones innecesarias.

El proceso de construcción puede dividirse en cuatro fases principales:

  • Fase 1: Diseño

En esta primera fase se analizarán todos los procesos y se definirán los puntos clave para el desarrollo de la actividad de la sala. Tales como: los requisitos que debe cumplir la instalación (tamaño, accesos, ventilación, etc.), los posibles orígenes de contaminación, la protección del personal y del producto, y las normativas y directrices legales.

  • Fase 2: Desarrollo y equipamiento

A continuación, un equipo de ingenieros y técnicos se basará en los requerimientos acordados en la primera fase para elaborar el acondicionamiento de la sala.

En función de las necesidades definidas, se determinarán los materiales para el revestimiento de las paredes, suelos y techo, los requisitos de limpieza y climatización, los sistemas de acceso y complementos (puertas, ventanas, iluminación…) y el material electrónico requerido.

Del mismo modo, se proveerá de los sistemas necesarios para el acceso y la limpieza del personal (duchas de aire, indumentaria, etc.), así como las zonas de paso y posterior limpieza de los materiales introducidos.

  • Fase 3: Ejecución y puesta en marcha

Una vez construida, la sala debe pasar un periodo de prueba en funcionamiento en el que se comprobarán periódicamente todos los sistemas técnicos. Si las zonas estériles cumplen con todos los requisitos y con la normativa legal vigente, se autorizará su instalación.

Es importante que el proveedor tenga en cuenta todos los factores implicados a la hora de llevar a cabo este tipo de proyectos, buscando soluciones personalizadas, y adecuando cada parte del proceso a las necesidades específicas del cliente para lograr los mejores resultados.

En Labsom asesoramos a nuestros clientes gracias a una red completa de especialistas, colaboradores y profesionales cualificados, capaces de abordar cualquier aspecto relacionado con la gestión integral de la construcción de una sala estéril. Si tienes cualquier consulta o necesitas más información, no dudes en contactar con nosotros.

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